«…Maestro, ¡qué bien se está aquí!…» (Marcos 9, 2-10)
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¡Cuántas veces has tenido momentos en los que te has sentido realmente cerca de Dios!
Incluso puede que ahora te parezca que son fruto de tu imaginación, que no fueron tuyos aquellos «momentos de Tabor».
NUNCA LOS OLVIDES.
Aquel rato de oración, aquella confesión, una convivencia, ese momento de la capilla…
Recordarlos te ayudará a seguir luchando, a elevarse lo justo para que se quede abajo ese barro que normalmente pisamos y que en ocasiones no nos deja seguir caminando porque creemos que tenemos los pies clavados.
San Pedro nunca olvidó ese momento de encuentro con Jesús en el monte. Recordarlo le alegraba mucho.
Haz tú lo mismo.
Recurre a esta oración para aquietar tu corazón y lograr la paz que te permita hablar de verdad con Dios y sentirte cerca de El:
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Señor mío,
creo firmemente que estás aquí,
que me ves y que me oyes,
te adoro con profunda reverencia,
te pido perdón de mis pecados
y gracia para hacer con fruto este rato de oración.
Lázaro Hades
Aprendiendo a vivir en Cristiano 
AMEN
Un cariñoso saludo en el Señor.